Antes de plantearnos el pasar cerca del taller debemos conocerlo en profundidad por eficiencia y seguridad. Por ello vamos a ver cada una de las secciones que nos podemos encontrar en un taller de mecánica y carrocería zona por zona.
1- Áreas del taller:
Lo primero que nos encontramos al entrar un coche al taller es el área de recepción de vehículos que, pese a no disponer de ella en el instituto, es de suma importancia en un taller profesional siendo la imagen que le queda al cliente y que sirve de vínculo y enlace entre él y el mecánico.
Una vez el coche ha sido recibido y preevaluado por lo general pasa a la zona de mecánica en la que podemos apreciar subsecciones como la zona de elevadores y los bancos de trabajo donde se llevan a cabo las reparaciones y cambios directamente sobre el coche o ayudándose de las mesas de trabajo para mayor comodidad en el caso de piezas de menor tamaño y peso.
Cuando los defectos se presentan en forma de desviación del chasis se recurre a una herramienta que cuenta con su propio área aislado que se trata de la bancada, donde se endereza por medio de enganches y cadenas y ejerciendo presión durante días o semanas hasta recuperar la disposición original.
Para poder realizar estas reparaciones y cambios necesitamos piezas nuevas y un almacén por lo que se dispone de un área de recambios donde almacenar las piezas de repuesto de un modo ordenado y limpio alejado del trasiego.
Por otra parte tenemos el área de chapa donde se tratan los problemas de carrocería y a veces dispone de una sección de soldadura. Aquí de resuelven problemas como roturas, golpes o grietas para seguido ligar y enmasillar antes del pintado para lo que podemos disponer de un plenum.
El área de pintura destaca por su clara separación del resto ya que, para evitar contaminaciones, las operaciones se realizan en el interior de una cabina hermética y limpia con potentes luces que permitan detectar con facilidad todo tipo de defectos. En dicha cabina se aplican las capas de pintura y esmalte para darle el acabado y una buena apariencia al vehículo. Así mismo, dispone de un almacén propio donde se guardan de forma segura pinturas y disolventes.
Para poder entregar el vehículo al cliente, antes hay que dejarlo limpio por lo que se suele tener un área de lavado donde dejar el coche reluciente antes de salir de nuevo a la calle.
Por último, y aunque no suele estar en el interior del taller, no podemos olvidar la zona de gestión de residuos pudiendo encontrar en el interior de la instalaciones contenedores de transito intermedio entre los puesto de trabajo y el depósito final.
2- Necesidad de la distribución por áreas:
Para poder llevar a cabo los diferentes trabajos en el taller sin que unas operaciones interrumpan u obstaculicen otras, necesitamos de una clara disposición y separación de las secciones llevando en algunos casos a separar las secciones por edificios de modo que modo que cada trabajador dispone de su puesto de trabajo que conoce y mantiene de forma óptima para su trabajo con orden y limpieza de modo que las operaciones y empleados no interfieren unos con otros optimizando tiempos y ahorrando conflictos. Del mismo modo hay secciones que necesitan estar apartadas por motivos propios como son la cabina de pintura o el plenum por problemas de contaminación o la bancada para prevenir accidentes en caso de rotura.
3- Suministros energéticos del taller:
Sin embargo y pese a todos estos recursos, nada sería posible si el taller carece de suministro energético. Las fuentes de un taller varían conforme a sus necesidades pero las más básicas se pueden resumir en suministro eléctrico y neumático. Para ello se tira el tendido por los techos y paredes del taller y en los mejores casos se recurre a jirafas para ofrecer suministro a cada puesto de trabajo sin necesidad de emplear cableado a nivel de suelo que puede provocar accidentes.
El suministro eléctrico suele tratarse de una instalación eléctrica trifásica que ofrece una mayor potencia y una onda más estable al solventar las bajadas con dos ondas extra a la original desfasadas en el tiempo y además en todos los casos cuenta con una conexión a tierra a diferencia de la monofásica.
El suministro neumático proviene de un depósito alimentado por un compresor alimentando herramientas como pistolas atornilladoras, electroesmeriladoras portátiles o pistolas de pintura sirviendo también para inflar neumáticos o incluso con pistolas de aire para limpiar los puestos, teniendo en cuenta sus problemas para suministrar presión a grandes distancias.
El suministro de gases es necesario para los equipos de soldadura MIG, MAG, TIG y oxiacetilénica, así como diferentes tipos de electrodos para el proceso SMAW.
4- Equipos básicos del taller:
Aunque ya hemos visto algunos de los equipos básicos como los elevadores, plenums o cabinas de pintura, no podemos olvidar algunos elementos fundamentales destinados a facilitar nuestra lavor.
Para ello recurriremos en gran medida a las cajas de herramientas que facilitan la búsqueda de herramienta estando bien ordenadas y disponiendo de una gran variedad de útiles, herramientas que podemos clasificar en base a su función como:
Herramientas de medición: lo primero que debemos hacer a la hora de comenzar una labor es tomar medidas de nuestro proyecto recurriendo a flexómetros, reglas o a micrómetros si fuera necesario. En algunos casos tendremos que recurrir a un alexómetro o reloj comparador para apreciar deformaciones en las piezas.
Herramientas de trazado: una vez conocemos la magnitud del trabajo debemos tomar nota sobre nuestra pieza recurriendo a herramientas como rayadores, compases y en algunos casos rotuladores o tizas y útiles auxiliares varios como reglas, escuadras, reglas flexibles, etc.
Herramientas de montaje y desmontaje: para trabajar las piezas en nuestro sector suele ser necesario separarlas del conjunto así que debemos estar familiarizados con ellas. Para las labores de montaje y desmontaje contamos con gran variedad de aperos como los destornilladores, llaves y carracas con sus coronas.
Los destornilladores pueden tener diferentes cabezas distinguiendo principalmente entre la cabeza plana y la de estrella.
Las llaves son más variadas; las vemos planas, mixtas, mixtas acodadas, de vaso, etc. cada una con una forma previstas para cada tipo de cabeza de tornillo o tuerca.
Herramientas de sujeción: para evitar accidentes y precisar los trabajos es fundamental tener las piezas en una posición fija por lo que necesitamos de alicates, presillas, sargentos y tornillos de banco que nos hacen el trabajo más asequible a la par que cómodo al mantener las piezas en la posición correcta sin que ésta se vea afectada por las operaciones que realicemos sobre la pieza.
Herramientas de golpeo: cuando nuestra pieza de trabajo presenta deformaciones solemos necesitar de los distintos martillos, mazos y mazas para que recuperen su forma original, sin embargo, en ocasiones debemos recurrir además a útiles auxiliares como las sufrideras o tases.
Herramientas de corte: en este grupo de herramientas nos encontramos con una gran variedad distinguiendo tres grandes grupos, las herramientas de corte por arranque de viruta, las abrasivas y sin desprendimiento de material.
Los abrasivos recurren a consumibles con una superficie arenosa que roza el material desprendiendo pequeños trozos y el ejemplo más común de estas herramientas es la electroesmeriladora portatil o radial. Otros ejemplos son la tronzadora y el esmeril.
El arranque de viruta se basa en el uso de filos como en las sierras o brocas donde al paso de la arista cortante se desprende el material.
Sin arranque de material contamos con maquinaria como las tigeras y cizallas donde el corte se produce por diferencia de esfuerzos en un mismo punto.
Herramientas de unión: en el sector de la automoción vamos a trabajar tanto con metales como con plásticos, por ello debemos manejar tanto soldaduras como pegamentos y siliconas. En nuestro sector cabe destacar la soldadura por resistencias donde el material se situa entre dos electrodos que se calientan al pasar por ellos una corriente eléctrica fundiendo y soldando las piezas y la soldadura TIG de gran calidad y precisión para trabajos finos.
Por otra parte no podemos olvidarnos de las herramientas auxiliares como los clásicos gatos, aunque ya hemos hablado de los elevadores, en ocasiones hay que recurrir a los gatos empleándolos juntos con las borriquetas para prevenir accidentes.
En conclusión, debemos entender lo extenso y complejo que es nuestro entorno de trabajo así como la importancia de mantenerlo limpio y ordenado, por ello, no me toques mis herramientas.
Espero que os haya gustado esta breve entrada así como haber inducido algo de claridad a las personas que no conozcan demasiado estas instalaciones, sus herramientas, equipos y sistemas así como su funcionamiento y necesidades.
Un saludo, Luis Vallejo López, administrador del blog.
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