Los daños en la carrocería son los daños que se presentan en la estructura exterior del vehículo soliendo ser de baja importancia y nivel estético, sin embargo, pueden transmitir la energía a la estructura interna provocando defectos graves.
Estos daños se pueden producir de forma directa o indirecta. En caso de efecto directo nos referimos a aquellos producidos directamente por el impacto y presentes en la zona del mismo. En caso de efecto indirecto hablamos de los producidos por transmisión de energía desde la zona de impacto hacia otras zonas del vehículo.
La identificación de defectos es la primera tarea a realizar cuando un vehículo entre en el taller de carrocería ya que con nuestros conocimientos técnicos podemos apreciar defectos que al cliente le hayan pasado inadvertidos.
La importancia de la identificación y delimitación de daños radica en el hecho de poder determinar tanto la magnitud de los defectos así como el origen y posibles consecuencias de los mismos. Esto consiste en apreciar los daños directos gracias a desalineamientos de la chapa con franquicias irregulares y así realizar un estudio de la transmisión de energía derivada en daños indirectos que a primera vista podrían pasar desapercibidos. Con la delimitación agilizamos el trabajo de reparación ya que nos recuerda de forma fácilmente visible los daños presentes en la carrocería a la vez que nos informa de su magnitud marcando sus contornos en especial al hacer uso de señales que anoten detalles de información.
En función de su magnitud los daños se calsifican en leves, medios y fuertes:
-Los daños leves son pequeños golpes o arañazos que en conjunto no supongan más de un 8% de la pieza.
-Los daños medios suponen una o varias abolladuras de mayor embergadura, lo que supone entre el 8% y el 25% de la pieza.
-Los daños fuertes son los que afectan a una superficie superior al 25% de nuestra pìeza a trabajar planteando seriamente la opción de sustitución de la misma.
Los métodos de identificación son variados y convinados resultan muy eficientes, entre ellos apreciamos:
-Identificación visual: con nuestra vista y ayuda de una fuente de luz alargada podemos detectar con facilidad casi cualquier abolladura que cree irregularidad en la superficie de las piezas siempre que un nervio de la chapa nos cree posibles dudas. Para realizar esta inspección es casi imprescindible contar con una superficie limpia y seca que no enmascare los defectos.
-Identificación táctil: cuando la vista no es suficiente o estamos reparando una abolladura que no estamos seguros de haber arreglado, nuestras manos pueden resultar una gran fuente de información capaces de detectar irregularidades no detectables a simple vista. Debido a la necesidad del uso de EPIs deberemos acostumbrarnos a usar guantes mientras realicemos esta operación.
-Identificación por lijado o limado: cuando se nos presenta una abolladura podemos recurrir a un limado ligero para marcar fácilmente el cortorno del defecto puesto que la lima o lija raya la zona superior dejando el golpe sin rayar.
-Identificación y control por peine de siluetas: el peine de formas es una herramienta provista de cerdas de plástico móviles sobre un carril que al apretarse contra una superficie guardan su silueta permitiendonos comparar dos formas o detectar irregularidades en las líneas.
Las herramientas del chapista son útiles muy especializados y con usos muy concretos y específicos fuera de los cuales pueden suponer defectos en la propia herramienta.
Las herramientas de percusión o golpeo se clasificas en herramientas activas y pasivas. Las activas son aquellas que transmiten el impacto a la pieza a tratar como son los martillos mientras que las pasivas son un medio de transmisión intermedio como un cortafríos o de respaldo como un tas.
-Martillo de bola: se emplean para abolladuras de magnitud fuerte siendo más adecuados para grandes estiramientos.
-Martillos de chapista: son la herramienta básica de alisado, desabollado y recogido de material teniendo gran variedad de cabezas planas, abombadas, con bocas fresadas o en forma de punta.
-Mazas: son herramientas más pesadas empleadas principalmente en elementos de gran embergadura del chasis.
-Mazos: con cabezas de madera y goma o plástico se emplean con la intención de reducir o evitar marcas sobre el material a trabajar. Además podemos encontrar mazos con arena en su interior para amortiguar el golpe y así prevenir rebotes indeseados.
-Lima de carrocero: esta herramienta está diseñada para arañar superficies, desabollar y estirar el material convirtiéndola es una herramienta extrañamente polivalente y cómoda.
-Cortafríos: son herramientas a usar con precaución ya que pueden deformar severamente la chapa. Su función es cortar, dar forma y desbastar con la cuchilla de su punta siendo golpeados en el otro extremo.
-Sufrideras: junto con el martillo de chapista son las principales herramientes de este profesional, Se encargan de sostener el material mientras es golpeado para ayudarlo a recuperar su forma adoptando diversas formas complejas.
Las herramientas de control dimensional permiten al chapista tomar medidas para comprobar la magnitud de la deformación, asegurarse de que no hay pequeños defectos que por otros medios no ha detectado y verificar que las reparaciones han dado fruto.
-Galgas de franquicias: son galgas de espesor diseñadas para comprobar que el espesor de las franquicias entre piezas independientes de la carrocería se mantienen constantes de modo que si no es así, la galga quedaría bloqueada al llegar a una zona de menor espaciado.
-Peine de formas: calcando con el peine la silueta de una pieza podemos verificar la forma de otra simétrica a ella sin necesidad de medidas exactas.
-Flexómetro y reglas: son las herramientas básicas de medida marcando distancias entre puntos detectando estiramientos y encogimientos del material. Además algunas reglas permiten medir la planitud.
Por el momento es bastante información y bastante densa para aprehender de una sola vez por lo que continuaremos más adelante con el tema de las herramientas del chapista y cómo reparar abolladuras para que el vehículo recupere su forma original o la nueva deseada.